jueves, 20 de septiembre de 2012

De Plaguicidas a Contaminantes Orgánicos Persistentes


Aun tenemos en sangre compuestos tóxicos que fueron prohibidos
hace más de 30 años



Zoila Babot (Barcelona)

Los plaguicidas sintéticos fueron productos clave en la llamada revolución verde – el gran incremento de la producción agrícola que ocurrió a escala mundial entre los años 1940 y 1970. En los años 50 insecticidas y fungicidas organoclorados, como el DDT, el lindano o el hexaclorobenzeno, se utilizaron masivamente para el control de plagas en los grandes monocultivos; sin estos productos dicha revolución probablemente no habría ocurrido. Sin embargo, actualmente no nos referimos a estos compuestos como plaguicidas sino como Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP), una herencia tóxica del crecimiento sin control.

Aunque ya en los años 40 aparecieron los primeros datos científicos sobre los peligros del uso de plaguicidas organoclorados, no fue hasta la publicación del famoso libro de Rachel Carson “Primavera Silenciosa” en 1962, cuando se levantó la alarma social sobre los efectos que el DDT y otros compuestos de la misma familia tenían sobre el medio ambiente y sobre la salud humana. Las evidencias científicas reunidas en el libro de la autora estadounidense, ponían de manifiesto que estos químicos se degradan muy lentamente en el medio y que tienden a acumularse en las grasas de los animales, perjudicando así su salud. En los años 70 aparecieron las primeras leyes regulando el empleo de estos plaguicidas; actualmente el uso y la fabricación de la mayoría de ellos está prohibido en los países desarrollados.

A pesar de que el DDT se prohibió en España hace más de 30 años, un artículo reciente publicado por investigadores del Instituto de Investigación del Hospital del Mar (IMIM) de Barcelona y liderado por Miquel Porta, demuestra que el DDT se detecta en la sangre de más del 97 % de la población de Barcelona. En dicho estudio, se analizó la concentración de 19 COP en la población general de Barcelona. “El número mínimo de contaminantes que se detectó en una persona fue de cinco, y el máximo de 15. Por lo tanto, la totalidad de la población almacena estos compuestos” explica Miquel Porta. Numerosos estudios científicos indican que concentraciones bajas de estos COP son neurotóxicas y cancerígenas, mas no existe un consenso general sobre cuales son las concentraciones seguras para los humanos, pues la mayoría de estudios se hacen teniendo en cuenta un solo contaminante y no una combinación de ellos como sería deseable (aunque prácticamente imposible).


El profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y miembro del Comité Científico asesor de la Comisión Europea sobre Riesgos Emergentes para la Salud (SCENIHR), Eduard Rodríguez-Farré, nos cuenta que hoy en día estamos expuestos a estos contaminantes sobretodo a través de la alimentación. Es por ello que la Unión Europea establece unos niveles máximos de residuos (MRL) tolerables para cada uno de los comestibles. Todos los alimentos que se consumen en la Unión Europea deberían tener unas concentraciones de COP por debajo de estos MRL y está en manos de cada Estado el control de ello. El estudio liderado por Miquel Porta, demuestra que la concentración de COP ha disminuido significativamente en la población de Barcelona en los últimos cuatro años, probablemente debido a un mayor control de los alimentos. No obstante, ambos investigadores coinciden en apuntar a los COP como culpables de una gran parte de las enfermedades que sufrimos las sociedades actuales. Así pues, nuestros Gobiernos deberían reforzar la vigilancia y control de los COP, la herencia tóxica de cuando éramos ignorantes.

lunes, 10 de septiembre de 2012


Necesitamos un Newton


La ley de la gravitación universal significó entender, por fin, el sistema solar y la caída de la manzana. Ahora volvemos a estar perdidos.


Tenemos mucha suerte. Había infinitas posibilidades, pero resultó que la única que es, es la más adecuada y la más cómoda. Tenemos suerte porque nuestro universo es algo en vez de nada. También porque ese algo se ha ordenado y ha permitido nuestra existencia, nuestra evolución y nuestro cerebro. Y lo mejor de todo, somos afortunados porque podemos entender el mundo, el universo y las leyes que lo rigen. Es el origen de la cosmología, la evolución a la astrofísica y la promesa de descifrar el gran misterio. 

Hemos hecho una versión del cosmos que nuestra razón puede entender.Hemos llenado el universo de número, relaciones, patrones, fuerzas, leyes y predicciones. A los ojos de Eduard Salvador, astrofísico y profesor de la Universidad Politécnica de Catalunya, "nuestra concepción del universo se basa en teorías físicas y en la observación del universo". Y a partir de estas herramientas diseñamos teorías tan brillantes como la del Big Bang.

Newton parece la clave para este modelo de origen y evolución del universo. Salvador nos convence "la teoría de la gravitación es prácticamente la única que necesitamos para el modelo del Big Bang". Y todo eso, por una manzana que se atrevió a caer justo encima de Isaac. Pero aquí es donde encontramos el verdadero valor de la ciencia y su avance: observar un fenómeno (la manzana que cae) responder con los conocimientos hasta el momento y después, ir más allá; mirar a la Luna. De esta manera Newton nos ofreció el mayor regalo de todos, nos enseñó que la fuerza que movía los planetas era la misma que actuaba en la Tierra. Ya no eran dos mundos diferentes. Todo estaba al alcance, el espacio exterior se antojaba, de repente, más cerca. 

Ahora podemos aplicarnos el cuento, porque la situación no es tan diferente. La física cuenta con dos grandes teorías principales: la relatividad general y la mecánica cuántica. Funcionan muy bien, las dos, pero son incompatibles entre sí. Cada una funciona en su mundo de aplicación (el macroscópico y el microscópico respectivamente). Necesitamos un Newton capaz de encontrar la nueva ley que una los dos mundos. Está por supuesto la famosa teoría de cuerdas, de la que todo el mundo ha oído hablar, pero que menos gente entiende. Es cierto que soluciona el problema de la incompatibilidad. Pero la complicación está en su demostración.

Aquí se nos acabó la suerte. Propone hasta 11 dimensiones, de las cuales la mayoría no interactúa con nada y por tanto no tenemos demostración física de su existencia. Si no es demostrable, no es ciencia. Desde el punto de vista de Javier Cilleruelo, matemático de la Universidad Autónoma de Madrid, para resolver un problema nunca hay que olvidar el enunciado que intentas responder: "A veces [los problemas] requieren crear nuevas herramientas y teorías. Hay quienes, sin embargo, una vez creada la nueva teoría, se entretienen a sacar punta a la misma olvidándose de cuál era el problema original.". Quizá sea le momento de buscar nuevas herramientas científicas.

Hemos aprendido que podemos explicar cuando encontramos simetrías, patrones que se repiten; esto son las matemáticas. Pero para entender, necesitamos organizar esas pautas en sencillos principios, que son los que conforman la física. Ahora seguimos por el mismo camino mientras esperamos un nuevo Newton.


Elena Vázquez / Máster en Comunicación Científica, Médica y Ambiental

martes, 12 de junio de 2012

El Prestige, diez años después


Julia Garcia (Barcelona)

Tras una década, las medidas tomadas para evitar otro vertido en Galicia han sido escasas y faltan estudios sobre la evolución de la contaminación 


Se llama Costa da Morte por el gran número de naufragios que han tenido lugar durante la historia en esta zona de Galicia. Pero hay uno que aún está grabado en la memoria de todos. Este año va a ser el décimo aniversario de que el Prestige, un buque cargado con fuel de baja calidad, se hundiera frente a la costa española. El accidente provocó un vertido de más de 63.000 toneladas que dio lugar a la mayor catástrofe medioambiental que ha sufrido el país. La mancha negra se extendió por toda la costa Cantábrica hasta el norte de Francia y el litoral sur de Reino Unido. Miles de voluntarios llegaron desde toda Europa y se vistieron de blanco para ayudar en las tareas de limpieza. La lucha entre estas dos mareas, una negra y otra blanca, fue portada en los periódicos durante semanas, hasta que alguna otra noticia ocupó su lugar. Los pescadores gallegos volvieron a salir al mar, los voluntarios volvieron a sus casas, el mar hizo su trabajo y la mancha desapareció de los medios. Pero lo cierto es que el Prestige sigue hundido frente a las islas Cíes, que probablemente sigue habiendo fuel en su interior, que muchos voluntarios tuvieron problemas por la toxicidad del chapapote, y que los ecosistemas tardan años en recuperarse de una catástrofe de esta magnitud.

Fotografía de El País

El último estudio detallado sobre la situación del barco y los niveles de contaminación  fue hecho en el quinto aniversario del vertido (2007). Este informe resaltaba que el carguero, hundido a 4000 metros de profundidad, seguía perdiendo unos 13 litros de fuel al día. Poca información ha sido hecha pública desde entonces, y la que hemos ido recibiendo ha sido contradictoria y aislada. Antonio Figueras, ex-director del Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC, fue miembro del comité científico asesor para el hundimiento del Prestige. Este científico afirma que existe un mapa de la evolución de la contaminación en la costa gallega a lo largo de estos años, sin embargo, este mapa nunca se ha hecho público. 

En otros naufragios comparables al del Prestige, como el del Exxon Valdéz en EEUU, se estableció un consejo asesor para evaluar el impacto de la catástrofe a largo del tiempo. Diez años después, este consejo asesor, todavía detectó más de 30 especies afectadas. Sin embargo, en el caso del Prestige nunca se ha establecido una comisión de seguimiento equiparable. No ha habido estudios sobre la evolución de la contaminación. Al menos, no que se hayan hecho públicos.

Las consecuencias legales.

El año pasado se ha dado por concluida la instrucción del caso Prestige. El ex director general de la Marina Mercante José Luis López Sors  y el capitán del 'Prestige', Apostolos Mangouras, se sentarán en el banquillo de los acusados. También la compañía aseguradora  y el Fondo Internacional de Indemnización de Daños Debidos a la Contaminación por Hidrocarburos (FIDAC) han sido señalados como responsables civiles directos. Pero aún falta por saber cuándo se celebrarán los juicios.

Aparte de esto poco más ha cambiado. Cada año siguen pasando frente a las costas gallegas unos 15.000 buques cargados con mercancías contaminantes. La costa atlántica de la península Ibérica y la costa cantábrica de España y Francia son de las pocas costas europeas que aún no cuentan con un buque anticontaminación.

Antonio Figueras afirma que, diez años después, nuestra capacidad de reaccionar ante una catástrofe similar ha mejorado muy poco y se han tomado muy pocas medidas para que no vuelva a ocurrir. En diez años, la historia se ha repetido en el Golfo de México y en la Gran Barrera de Coral en Australia. Diez años después sólo sabemos que en 2007 todavía se perdía fuel por las grietas del casco del Prestige. Está por ver si este nuevo aniversario nos va a traer nueva información.



  Fotografia de Jan Saudek

martes, 22 de mayo de 2012

Insectes: Una recepta pel futur



Científics i institucions a nivell mundial treballen per difondre els avantatges del seu consum mentre al nostre país no n’és permesa la venda


Mireia Nel•lo / Universitat Pompeu Fabra

La Boqueria, Barcelona. Ramats de gent pul•lulen entre fruites exòtiques, ous estranys i carns suculentes. Una dona demana 100 grams de saltamartins i “que siguin ben frescos!”“Insectes per menjar?!” M’hi torno a fixar i observo que el que li estan despatxant a la senyora són llagostins! Efectivament,  la calor de la gernació m’havia afectat.

Tot i així, el meu miratge no era tan desenraonat. En aquell mateix mercat s’hi havien venut bossetes de formigues culones amb mel, chapulines ambcurry i piruletes amb escorpins. Però el maig de 2008 tot això s’acabà quan el propietari d’aquesta parada pionera, Llorenç Petràs, va rebre una notificació de l’Agència de Salut Pública de Barcelona prohibint-ne la venda. La mesura fou de caire preventiu, ja que ni a Espanya ni a Europa no existeix cap normativa de regulació del consum humà d’aquests animals. Però perquè no ho van fer abans? La institució ha declarat en aquest mitjà que no n’estaven assabentats fins que l’amo del comerç va difondre la seva activitat als mitjans de comunicació. Aleshores, van consultar-hoal Ministeri de Sanitat i Consum i aquests els van dir que calia aturar-ne la venda. Asseguren que aquesta prohibició es podrà aixecar quan existeixi una llista oficial d’espècies que es poden comercialitzar, provinent de l’Estat o de la Unió Europea.“Va ser una llàstima haver de deixar de vendre’n, vam tenir un gran èxit de vendes, sobretot de turistes i gent d’aquí que tenia ganes de tastar coses noves” ens explica Xavier Petràs, fill de Llorenç Petràs.

I és que tot i que l’entomofàgia segueix sent un tabú per gran part de la població occidental, en alguns països onn’està permesa la comercialització com els Països Baixos, Anglaterra o EUA, hi ha consumidors que consideren aquesta nova menja com una delicatessen. De fet, diversos antropòlegs afirmen que el fet de  trobar apetitós un plat depèn en gran mesura del context social i cultural. D’aquesta manera, és interessant saber que en societats allunyades en temps i espai a la nostra, en consumien de manera habitual. A l’antiga Grècia no en feien fàstics: Aristòfanes considerava els saltamartins com “dolços de quatre ales”. Per altra banda, en diversos països del sud-est asiàtic, d’Àfrica i d’Amèrica del sud i central el consum de tèrmits, escarabats o abelles és com el nostre conill amb samfaina, un àpat tradicional i arrelat.

Més enllà de l’anècdota, els motius pels quals diversos científics i empresaris s’estan mobilitzant des de fa anys per fomentar el cultiu d’aquestes bestioles per a l’alimentació humana són de pes i allunyats d’esnobismes. El Dr. Arnold van Huis, de la Universitat de Wageningen (Països Baixos) és  cap d’un projecte que explora el potencial de la producció sostenible d’insectes comestibles d’alta qualitat. El científic ens va posar exemples clarificadors i dades sòlides  per mostrar-ne les gràcies: “Per obtenir un quilo de carn de vaca necessitem 25 quilos d’aliment, mentre que en un grill només en necessitem 2,1. A més de barata, la producció d’insectes és ecològica. Emeten 100 vegades menys de metà i deu menys d’amoníac. Per si fos poc, contenen proteïnes i substàncies saludables com els àcids grassos poliinsaturats en un percentatge més alt que en la carn vacuna. I per culminar, podria ser una bona recepta per alleujar la fam de zones subdesenvolupades del planeta i una oportunitat per al desenvolupament sostenible de les zones rurals empobrides”.L’investigador i alguns col•legues seus acaben de treure al mercat un llibre amb receptes atractives per cuinar amb insectes: “TheInsectCookbook”. Això si, en holandès!El mateix van Huis treballa amb la FAO per a la creació d’una normativa a nivell europeu que permetria a la família Petràs poder tornar a acostar-nos aquestes delícies amb sabor de futur.

jueves, 26 de abril de 2012

Documentals imprescindibles 1: Universos paral·lels

Aquí enceto un seguit d'entrades que tenen a veure amb grans documentals sobre temes que m'apassionen.

El d'avui es titula Universos paral·lels i forma part de la sèrie Horizon de la BCC. Com quasi sempre, els documentals de la BBC són d'una qualitat envejable.

El vídeo comença amb una frase irresistible: "Imaginis que hi ha una explicació per tot el que succeix a l'univers..."

A gaudir!






PD: Enllaç amb la versió original: http://www.youtube.com/watch?v=eFrcw62Sh-8